martes, 28 de octubre de 2014

De avanzadilla por El Castañar de El Tiemblo

Aprovechando que Juan iba con parte del grupo de montaña de la A.D. Fuenfría, en los que unos iban a hacer ruta andando y otros en bici, David y yo nos apuntamos a ir de avanzadilla de nuestro grupeto incipiente para ver como está la zona.

La zona en cuestión es El Castañar ubicado en la localidad de El Tiemblo, que en otoño, ofrece a sus visitantes un espectáculo único de senderos alfombrados por las hojas y castañas caídas de los castaños todo pintado en una gama increíble de ocres. Si bien es cierto que todavía queda mucha hoja por caer y será en unas dos o tres semanas cuando esté en todo su explendor.

Nos damos cita en la cafetería del hotel de la entrada del pueblo y aprovechamos para desayunar mientras va llegando el grueso del grupo. Una vez todos desayunados y reunidos nos equipamos y salimos desde allí mismo ya montados en las bicis.
Apenas 200 metros adelante, giramos a la izquierda al llegar a la glorieta de los toros de guisando por una carretera que nos lleva al inicio de nuestra ruta.

Al comienzo de la ruta hay una caseta de madera dónde hay unas personas encargadas de cobrar el acceso a los visitantes que van en vehículos a El Castañar.

Nosotros, a lo nuestro, comienza la ruta y tras unos primeros kilómetros por asfalto pasado y dejando abajo el embalse de La Hinchona llegamos a nuestro primer desvío a la derecha (dejando a la izquierda una pronunciada zeta) el cual cruza por encima el arroyo los Corralejos y donde un monolito nos recuerda que estamos en la reserva nacional del Valle de Iruelas.

Aquí ya estamos en pista forestal y el ascenso se prolonga unos kilómetros más. Hasta culminar, pasaremos por dos fuentes ,dónde podremos aprovechar para llenar nuestros depósitos de agua si hiciese falta.

Tras un intento fallido por el gps en ir al Pozo de las nieves, iniciamos descenso hasta El Castañar para hacer una visita a El Abuelo, un castaño centenario (dicen que unos 500 años) de 19 metros de altura y hueco en su interior, unos dicen que es por un rayo y otros que es por los numerosos fuegos que se hacían  por aquéllos que buscaban refugio en su interior.
Tras las fotografías obligadas nos dirigimos al inicio y punto final de nuestra ruta, estamos a una hora todavía de camino, primero un último ascenso y después un vertíginoso descenso por cómoda pista forestal donde habrá que prestar atención y no confiarse por el terreno suelto en algunos puntos.

Ya cambiados, nos dirigimos al restaurante para dar buena cuenta de la carne propia de la zona y comentar la ruta.

Lo hemos pasado muy bien, la gente de la A.D. La Fuenfría ha estado muy simpática haciendo sentir a uno parte del grupo en todo momento. Saludos para Mariela, Eva, Carmen, Miguel, Manolo y mis queridos Juan, Puri y David.





 Esperamos repetir!!.


1 comentario:

  1. Todo un placer compartir ruta, anécdotas, chistes y comida con tan buena gente.
    Puri y Juan

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