martes, 28 de julio de 2015

PER - HABILITACIÓN A VELA TRAVESÍA A IBIZA

Bueno, pues llegó uno de los fines de semana más esperados del año. Tocaba habilitar el PER para navegación a vela, todo ello englobado en el nuevo contexto definido por la Marina Mercante en este año 2015. Concretamente, las atribuciones que añades al PER es la navegación a vela, navegación entre Península y Baleares y, el gobierno de embarcaciones de hasta 24 metros de eslora.

Sobra decir, que esta atribución es desproporcionada y una temeridad. Entiendo que los dinosaurios que habitan en la marina mercante, mediante estas atribuciones, presuntamente satisfacen el bolsillo de algunos amiguetes, por lo que a la seguridad de los que navegamos se refiere, va a ser que no.

Pero bueno, dejo de entrar en los polítiqueos y cosas que no aportan nada, me voy a centrar en la experiencia. Concretamente mi habilitación ha consistido en una travesía de Altea a Ibiza con navegación nocturna incluida.

El viernes nos damos cita los 7 tripulantes con nuestro patrón en el Club Náutico de Altea. Hay avisos de alerta amarilla a partir de las 0000 por lo que nuestro instructor decide hacer la compra de las provisiones para la travesía por su cuenta y así ahorrar tiempo y salir lo antes posible rumbo la bahía de San Antonio de Ibiza. Una vez estibada la compra y nuestras pertenencias, a las 1700 salimos rumbo Ibiza.

Nuestro barco es un sloop de 47 pies, con 3 cabinas y muy bien equipado electrónicamente.

Tenemos viento de aleta favorable lo que hace que tengamos una velocidad media de 8 nudos a lo largo de toda la travesía. El mar está de cine.

Todo es nuevo, no sabes dónde mirar. Decido situarme en la bañera detrás del instructor para estar atento a todos sus movimientos, tanto en el manejo del timón, control de la consola de instrumentos, como en las instrucciones a mis compañeros.

La ida se convierte en una travesía totalmente placentera. Llegamos a San Antonio a las 0000. Ha sido una travesía rápida y sin incidentes. Hemos hecho buena parte de la travesía de noche y lo que se ha echado de menos es más explicaciones e implicación de los tripulantes durante la travesía.

Una vez atracado el barco, nos vamos a un chill out cerca del puerto a tomar un cervecita y comentar la jugada. A las 0200 de la mañana nos vamos a la cama. Es una noche calurosa, lo que hace que algunos hagan noche en cubierta.

Sábado, 0630 de la mañana. Ya estoy en pie, no puedo dormir más, así que me dispongo a dar un paseo por el puerto en busca del primer café de la mañana. Mis compañeros tarden en levantarse y el instructor hace alarde de buen descansar, siendo el último en amanecer.

A las 1300 horas, ya todos desayunados y duchados, zarpamos con destino una cala cercana donde fondear y pasar parte del día. Nos encontramos en Sa Figuera Borda.  Allí, nos damos un homenaje a base de cava, vino, entrecot, ensalada, etc. Siesta y bañito reparador en aguas ibicencas.

A las 1730 ponemos rumbo Moraira, hay mar de fondo por el viento que ha estado soplando por la noche. También el viento en estos momentos es escaso, por lo que esperamos una travesía larga y tediosa. De repente mi estómago se empieza a revolver, se me encienden todas las alarmas. Efectivamente, la travesía se convierte en infernal. Me tumbo en la cubierta, a ver si con el aire mitigo el revoltijo que llevo. Consigo que pasen 3 horas sin enterarme. Decido alimentar a los peces a ver si se me pasa de una vez el malestar.

Más tarde, y tras una coca cola, ya empiezo a volver a ser yo. Cae la noche y los cuerpos empiezan a estar agotados, sigilosamente, los compañeros se van a sus camarotes, quedándonos tan sólo 3 con el instructor. Nos vamos quedando dormidos esporádicamente, breves intervalos de sueño hasta que finalmente avistamos la costa y ya todos alerta, esperamos aproximarnos.

Durante la travesía, varios buques nos han alcanzado y de esta manera hemos podido poner a prueba nuestros conocimientos de señales luminosas e interpretación de las mismas.

Por nuestra parte, se nos ha fastidiado nuestras luces de posición y tenemos que tirar de farolillos para ser vistos.

 Casi a las 0400 llegamos a la cala de Moraira, estamos fundidos, por lo que sin más dilación nos camos a dormir.



Domingo 0900. Nos vamos despertando y nos vamos dejando caer al agua para desperezarnos. Una vez todos en pie, desayunamos y zarpamos rumbo al club náutico de Altea. En esta mañana practicamos viradas y trasluchadas, trimado de la mayor,génova,amollamiento, desventar...son alguno de los conceptos que empezamos a asimilar. Es la mañana más divertida y enriquecedora.

Ya a las 1400 estamos atracados en el puerto. Comida de despedida en el CN y ya estamos habilitados.  

Conclusiones

Bajo mi entender, para exprimir al máximo estas prácticas de habilitación, has de estar muy atento a las mínimas explicaciones del instructor y sobretodo, sobretodo, ser muy observador a todos los movimientos de éste. Hay que preguntar mucho. Lo que está claro, que al final, la experiencia se va a conseguir haciendo horas de navegación, ya tienes conceptos de manejo de plotter, radar, gps, radio, un manejo de las velas básico.....quizá la mejor manera de complementar esto, sea la realización de un curso de vela ligera y alquilar y costear mucho.

sábado, 18 de julio de 2015

De nocturna por tierras serranas



Las altas temperaturas que estamos alcanzando este año en el periodo estival, también conocido como un fuerte calor de cojones, hace que busquemos nuevas alternativas a las rutas y horarios que solemos hacer, pero sin dejar de practicar esta actividad que tanto nos gusta. En este caso los Rincón plantean una ruta nocturna, concretamente por Cercedilla.

Es viernes y hace ese bochorno característico pre-tormenta. Nos damos cita en el parking de las Dehesas Juan, David, Edu, Manolo, Jose Antonio y mi menda. Una vez efectuados los saludos pertinentes, nos pertrechamos y comenzamos la ruta.

Para alguno de nosotros es la primera vez que realizamos la nocturna en bici y las sensaciones nada más empezar son buenas. Poca gente, por no decir practicamente nadie y una temperatura excelente que invita a dar pedales, además de la tranquilidad reinante en la zona.

Comenzamos subiendo hacia el mirador de los Poetas por la ya archiconocida pista, vamos a buen ritmo, nos cruzamos unos bikers que ya vienen de retirada, pasamos la Ducha de los Alemanes y empieza a caer la noche.

 Llegados al mirador coincidimos con dos simpáticos ciclistas los cuáles nos confunden con amigos suyos a nuestra llegada, las caras no se distinguen porque ya es noche cerrada y vamos camuflados detrás de los focos....la confusión les hace echarnos unas fotos y todo!. Les comentamos que por ahí abajo no tiene pinta de venir nadie más salvo nuestros compañeros.

Una vez reagrupados, retomamos la marcha por la Carretera de la República a golpe de pedal dirigiéndonos al puerto de la Fuenfría pasando por el Mirador de la Reina. Allí volvemos a parar, comentamos, y todos coincidimos en la buena temperatura y el buen rollo que produce una nocturna.



De allí tiramos hacia la Calle Alta. Realizamos todo el tramo hasta el final de esta pista, hay que andar atento, focos bien orientados y procurando no hacer parcelita hacia la izquierda ya que puede suponer un descenso accidentado por el desnivel que hay, y también por los animales que te puedas cruzar, caso es una de las vacas que de repente nos encontramos tranquilamente tumbada en la pista y que de no ir atento te puede provocar emprender un vuelo con triple salto y tirabuzón con aterrizaje y clavado de piñata en el suelo.....afortunadamente, no es el caso.



 Juan acertadamente comenta mientras vamos por la Vereda del Infante hacia el Collado de Marichiva, que la sensación es como cuando te estás aproximando a Madrid de noche en un avión, la vista de la ciudad es impresionante, millones de luces titilan en la noche.

Llegamos al final de la Calle Alta y llega uno de los momentos de la ruta....el zampe de bocatas y demás, nos ponemos con los frontales en corrillo a comer y a disfrutar de la temperatura y vistas que hay en la zona. De repente observamos que el ganado ha dado cuenta de nuestra presencia, y curioso, se acerca a cotillear.



Caen algunas gotas, ¡qué gozada!, después de 3 semanas de calor infernal non-stop, se agradece y mucho.

Ya con las energías repuestas, emprendemos el regreso. A los pocos minutos, incidente técnico. Edu tiene una pérdida, no de aceite, de aire...su cubierta está algo rajada en un flanco. Tras probar un par de veces sin éxito el inflar y repartir el líquido, decidimos poner una cámara. Mecánica rápida, trabajo en equipo todos a una, así da gusto. Solucionado!, podemos continuar.

 El pelotón se estira, se me sale nuevamente la cadena, voy flojo de luz. Realizo unos cuantos kilómetros en solitarios, la sensación es cojonuda, noche cerrada, silencio absoluto, tan sólo veo lo que a duras penas alumbra el foco, sensación enigmática...podría estar horas y horas rodando así!.

Llegamos de nuevo al puerto de la Fuenfría y todos juntos exprimiendo los focos comenzamos la ida hacia el Mirador y desde allí descenso hacia los coches. Justo en el último tramo, una ardilla se le cruza a Jose Antonio,uuuuyyy...casi. Menos mal.

 LLegamos todos a los coches con una sonrisa que describe perfectamente como nos ha ido. De allí vamos a Guadarrama a tomarnos la cervecita reconstituyente de rigor y ya a pensar en la siguiente.
En mi caso ya hasta finales de agosto, ahora sustituyo los pedales por el neopreno y las velas.




Como siempre, gran gruta y gran compañía.

Abajo los datos de la ruta, ninguna complicación técnica ni física.