Decido hacer una ruta circular partiendo desde Cercedilla tranquila y sin muchas complicaciones ya que voy sólo y no quiero tener ningún problema por alguna caída tonta haciendo el cabra. La ruta elegida va encaminada hacia el valle del Río Moros, sé que apenas tiene dificultad técnica y hay que aprovechar en este tiempo ya que durante el periodo estival está cerrada al tránsito público y su último tramo carece de arboleda, lo cual puede ser un sufrimiento en los meses y horas centrales del año.
Aparco pasado el parking de Las Dehesas y comienzo la ruta con la ya clásica subida por pista hacia el Alto de la Fuenfría, pasando por la Ducha de los Alemanes y continuar subiendo hasta el Mirador de los Poetas.
"Sobre esta cima solitaria os miro, campos que nunca volvereis por mis ojos. Piedra de sol inmensa eterno mundo, y el ruiseñor tan débil que en su borde lo hechiza".
V. Aleixandre
Allí coincido con un grupo de cicloturistas italianos cargados con alforjas, fotos de rigor para dar envidia al personal y retomo la marcha. Inmediatamente de partir del mirador, dejó atrás el reloj solar y me encamino al Mirador de la Reina. El día está totalmente despejado y las vistas del valle son impresionantes.
Minutos después corono en el Alto de la Fuenfría y voy por la Calle Alta al encuentro del desvío que me dirigirá por la vertiente segoviana al Valle del Río Moros. Cuando llego al desvío abro suspensiones y para abajo por una trialera con picante, el terreno está seco y tiene mucho pedrolo suelto (hay que estar atento!).
Una vez abajo, doy con una pista semi asfaltada en un tramo y bordeo en sentido anti horario el escondido embalse de El Espinar. Pocos metros después doy con unos cuantos jabalíes en medio de la pista que mirar como diciendo "que hace este por aquí un lunes?".....freno en seco, nos tanteamos con la mirada, y deciden emprender retirada.......menos mal.....como aficionado a los documentales, soy consciente que estos bichos tienen un arranque muy rápido y si tienen crías alrededor embisten con muy buen tino. Afortunadamente puedo seguir con tranquilidad la ruta.
Tanta tranquilidad que no me he vuelto a cruzar con nadie, sensación de soledad absoluta, enigmática. Hace tiempo que no salia solo a hacer una ruta larga, y esta bien para poner en orden los pensamientos.
Pues bien, aquí ya es pista y más pista, y bajar y bajar hasta dar con el famoso Río Moros. Paradiña y a continuar hasta el llamado Puente Negro y de ahí subida por pista hasta el desvío para coger la senda del Arcipreste de Hita.
El inicio es complicado, rampón muy roto que obliga poner pie a tierra. Metros después la pendiente se suaviza pero continúa rota, lo cual pone a prueba nuestra técnica escaladora.
El tramo roto acaba en una cancela la cual nos da la bienvenida de nuevo a una pista. Y de ahí ya por el cordel de Los Lomitos hasta llegar a Cercedilla.
Aviso a navegantes, al salir de las Dehesas, evidentemente tienes que volver a las Dehesassi allí has dejado el coche, por lo que recordar gestionar bien el agua y las fuerzas, porque la ruta se extiende casi hasta los 50 kilómetros y 1000 metros de desnivel, y esos 10 últimos kilómetros en las horas centrales del día se pueden hacer muuuyyyy laaaarrrrgooooos. Así que al tran tran.
Quizás sea mejor salir desde el pueblo o la estación del tren y meterte las rampas de las Dehesas al principio, y no al final como hizo un servidor. Aunque también es verdad que todo aquello que no te derrota te hace más fuerte :-)
Tras poco más de 4 horas, llego al punto de partida. Como conclusión de la ruta diré que es una ruta muy bonita en cuanto a paisajes, muy tranquila, sin apenas dificultad técnica salvo el tramo de la senda del Arcipreste de Hita y con abundante ganado vacuno principalmente por la cara segoviana de la ruta.
Como guinda, me apreto una flauta y una jarrita por lo bien que lo he hecho.
Hasta la próxima!. Los detalles aquí mismo:
