Llega el tercer y último día de nuestra expedición con cambios de última hora. Dada la carga en las piernas y los golpes de algunos de los miembros, decidimos cambiar la ruta prevista, la Coasta Doble, por la de El Bosque de Banastón.
Cambio que considero un total acierto por lo que contaré a continuación.
Como no podría ser de otra manera la ruta empieza subiendo, y empieza subiendo mirando como lo han hecho las anteriores, con la Peña Montañesa de Fondo.
Señalar, que esta ruta es la del Bosque de Banastón variante 1. Otro total acierto, puesto que alarga y hace más dura la ruta, pero nos permite hacer uno de los senderos más disfrutones del viaje, el de Sarrau Chico.
Como decía, la ruta empieza subiendo por pista cómoda, y una vez terminada la primera ascensión en un cruce de caminos dónde se pueden tomar distintas variantes.
A nosotros nos toca tomar el Sarrau Chico hasta abajo del todo. Un sendero plagado de lanchas pedregosas que hará nuestras delicias endureras, con mucho flow y de una enorme belleza. Cuando llegamos al final, la sonrisa en nuestras caras denota lo que hemos disfrutado.
Ahora toca coger un tramo por carretera paralelo al Río de la Nata, para coger una pista que nos subirá por el Barranco de Usana. Antes de la ascensión, mi pierna no da para mucho más, viejas heridas de guerra empiezan a decirme "aquí seguimos", y ya que no me gusta que me esperen y estén pendiente de mi (al contrario de lo que yo suelo hacer), aprovecho la parada que hace el grupo para comer algo, para terminar con todo lo que queda por subir, y quitarme cuanto antes mi particular calvario.
Llego al inicio de descenso trialero de Pumariello, tomo aire, estiro, disfruto de las vistas, vuelvo a tomar aire, bajo la tija y ya que va a ser el último descenso del viaje, me propongo disfrutarlo y darlo todo......y así hago.
El descenso es una pasada, esta vez poca piedra que te permite ir más rápido, al terminar, enlazo una nueva subida por carretera hasta llegar al inicio de la subida del bosque de Banastón. Subo y lo rodeo por sendero estrecho, una maravilla de lugar. Justo cuando termino ya todo el ascenso, me siento en una piedra con unas vistas espectaculares a que llegue el resto del grupo.
Pasado un rato les oigo llegar por carretera, están cerca, por lo que será cuestión de minutos que nos volvamos a encontrar. Al cabo de un rato pasa un padre e hijo que me había cruzado antes y les pregunto si han visto a un grupo con mi misma camiseta, me dicen que no, me resulta raro ya que después de tanto rato deberían haberse cruzado con ellos. Por lo que decido seguir la ruta por si se han despistado y nos encontramos camino Ainsa.
Finalmente llego y no están allí. Llegan unos minutos más tarde, se han quedado viendo los arcos de Usana y de ahí que no nos hayamos encontrado.
La ruta es asequible física y técnicamente dentro de lo que cabe en las rutas de la zona.
Llega así el final de la ruta y del viaje. 125 kilómetros y 3.432 metros de desnivel acumulado de puro placer. Ha sido, como siempre, poder compartir estos días y rutas con el grupo, esperemos que haya muchos más y con todos los componentes que no han podido asistir.
Agradecer a todos la buena compañía, y a Miguel en particular, por las fotos geniales que nos ha hecho.
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Ha sido un placer compartir estas estupendas rutas con vosotros... Por las fotos no te preocupes que ya cobrare los derechos de autor en cerveza. Un saludo.
ResponderEliminarUn auténtico lujazo compartir aventuras con este espectacular elenco de caballeros.
ResponderEliminarMaravillosa salida, todo un lujo, las rutas, el tiempo y sobre todo la compañía, va a ser difícil superarla, pero no queda mas remedio que intentarlo.
ResponderEliminarGracias por los comentarios!. Efectivamente va a ser difícil superarla y tendremos que intentarlo ;-) !!
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